viernes, 11 de septiembre de 2009

Querido mio,


Aquí estoy treinta y cinco años después de esa ultima vez en aquella plaza, volviéndome a comunicar, Increíble no es así? Y extraño también.

Como habrás visto estoy de nuevo en la ciudad, mi vuelta no es un paseo corto, no son unas vacaciones, ni es por trabajo. Mi vuelta se basa exclusivamente en tu búsqueda.
Quiero contarte los detalles primero, creo deberías tener a bien mis motivos claro, Para comenzar estuve casada 30 años con el hombre equivocado, un extraño que jamas termine de conocer, Que me hizo feliz, me respeto, me cuido, y brindo todo de si (no puedo reprochar nada, la verdad). Pero siempre hubo una barrera que provoco que el interés hacia el no se pasara de cierto limite. Obviamente no sabia a que se debía, creía que era normal, hasta hace aproximadamente un mes.. En ese momento me di cuenta. Con motivo de mi cumpleaños numero 42 estábamos planeando mudarnos y comencé a revolver viejas cosas que he tenido guardadas en cajas por, diría yo, demasiado tiempo; Ahí fue cuando encontré esa carta, La carta que me escribiste para mis 15 años.. Comencé a leerla con un poco de nostalgia sobre nuestra juventud, los años vividos juntos, y las épocas en mi viejo país.. pero con cada linea, cada frase, cada palabra, mis sentimientos se despertaban cada vez más y más. Fue así que comencé a buscar desesperadamente otras cartas, y junto con ellas los recuerdos volvían a mi mente, volvió la felicidad que me producía verte cada día de mi vida, las mañanas compartidas, y como los desayunos cambian su sabor, a uno mucho mas dulce, gracias a tu compañía. Así también, el dolor de nuestra despedida. Todavía puedo verme llorando y despotricando contra mis padres por haberme arrastrado, junto con su progreso profesional, tan lejos de tu amor.
Luego de haber leído muchas horas, llego mi marido del trabajo, Al mirarlo a los ojos lo note: Note cuantos años había vivido engañada, creyendo en un amor ficticio, convenciéndome para conformarme. Resignada. Era muy tarde. Me fui a dormir.

Al otro día al despertarme sentí el deseo, que tantos años atrás había aprendido a sofocar, de tenerte a mi lado, que vuelvas a abrazarme, y sentir esa seguridad que tanto anhelaba. Tu piel tibia, tus palabras suaves, Tus viejas historias, Tu risa, Tu voz. Ah tu voz! se me encendia el alma con solo recordarte... Y así confirme mis teorías...
De a poco fui notando como las horas parecían días al querer convivir con esa vida que había adoptado de una manera tan conformista (y ciega).

Fue así que decidí hablar con mi confidente, Mi Psicoanalista. Ella es la única persona a la que he tenida una total confianza en estos últimos años, solo porque se que es una cuestión profesional. Si, no pude revertir mi falta de "integración a las masas" y de sociabilidad, creo que debes recordar por lo menos eso de mi, ¿No es cierto? En fin, tras varias sesiones, el pasado jueves me dijo una frase que fue clave en mi decisión. "Debes buscar la manera de ser feliz, nunca es tarde para serlo". Y así con mis teorías confirmadas, siguiendo ese consejo, Tome mi decisión.
El viernes retire un poco de dinero del banco y fui a la agencia de viajes. Solicite un vuelo para el sábado, escribí una carta a mi esposo y le envié una por correo a mi hija. Luego llame para arreglar la estadía en buenos aires, con mi vieja amiga, aquella la que tenia el cabello naranja como una zanahoria, ¿La recuerdas? Es muy buena amiga a pesar de los años.. Ahí es donde me estoy quedando momentaneamente, un departamento pequeño, donde una habitación más pequeña aun intenta mantener dentro toda mi ansiedad y el deseo de volver a verte.
Quiero explicarte por si no ha quedado claro con lo expuesto anteriormente, que estoy buscando tu amor otra vez, Te quiero de vuelta. Sencillo y cariñoso como te recuerdo. Te preguntaras si acaso no me importa haberte despedido con 17 años y volver a buscarte con 54 años. La verdad es que no. Espero que no te importe demasiado tampoco. Antes de terminar, por supuesto creo que te mereces mis disculpas por haber desaparecido y si provoque algún daño con mas razón aun, porque con todo derecho podrias cuestionar y reprochar mi ausencia, negarme la posibilidad de verte, y hasta de volver a comunicarnos. Ruego que estos no sean tus planes. También quiero que, si es que ya estas casado, tu esposa sepa comprenderme y me disculpe, ya que no es mi intención venir a "robarte". Y si además de estar casado encontraste al verdadero amor de tu vida (Soy un claro ejemplo de que matrimonio puede no significar eso) entendería que ni siquiera te molestes en contestar esta petición.
Sin mas que decir mediante esta carta y esperando poder expresar todo frente a frente y otra vez entre tus brazos me despido y me dispongo a esperar tu respuesta.

Como ayer, como hoy, como siempre,
Tuya.

2 comentarios:

  1. wow, me hizo llorar =(

    ResponderEliminar
  2. No lloreees.

    Tengo que pensar la respuesta todavía, cuando este con ganas, es importante!

    ResponderEliminar